Lengua 
¡Queridos hijos! Hoy también me regocijo con ustedes y a todos los invito a la oración de corazón. Hijitos, los invito a que todos agradezcamos a Dios aquí conmigo por las gracias que les da a través de mí. Deseo que comprendan que aquí quiero crear no sólo un lugar de oración sino también de encuentro de corazones. Deseo que mi corazón, el de Jesús y vuestro corazón se fundan en un corazón de amor y de paz. Por tanto, hijitos, oren y alégrense por todo lo que Dios hace aquí, a pesar de que Satanás provoca pleitos e intranquilidad. Yo estoy con ustedes y los conduzco a todos por el camino del amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario del mensaje

25 de junio de 1999 (Anuales)
25 de agosto de 1999 (Mensual)
 
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja