Lengua 
¡Queridos hijos! Hoy los invito para que a través de la oración se acerquen aún más a mí. Hijitos, yo soy Su Madre, los amo y deseo que cada uno de ustedes se salve y esté conmigo en el Paraíso. Por tanto, hijitos, oren, oren, oren hasta que su vida llegue a ser oración. Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario del mensaje

25 de julio de 1998 (Mensual)
12 de septiembre de 1998 (Anuales)
 
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