Lengua 
¡Queridos hijos! Hoy los invito a la oración. Yo estoy con ustedes y los amo a todos. Yo soy su Madre y deseo que sus corazones se asemejen a mi Corazón. Hijitos, sin oración, ustedes no pueden vivir ni decir que son míos. La oración es gozo. La oración es lo que el corazón humano desea. Por tanto, hijitos, acérquense a mi Corazón Inmaculado y descubrirán a Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
25 de octubre de 1994 (Mensual)
25 de diciembre de 1994 (Mensual)
 
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