Lengua 
¡Queridos hijos! En sus vidas, todos ustedes han experimentado momentos de luz y de tinieblas. Dios concede a cada hombre reconocer el bien y el mal. Yo los invito a llevar la luz a todos los hombres que viven en tinieblas. Cada día llegan a sus casas personas que están en tinieblas. Queridos hijos, dénles ustedes la luz. Gracias por haber respondido a mi llamado!
7 de marzo de 1985 (Semanales)
21 de marzo de 1985 (Semanales)
 
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